Los planes de comunicación se desarrollan, normalmente, a un año vista.
En este primer punto será necesario hacer una evaluación del entorno de tu empresa: competencia, tendencias dentro del sector. A nivel interno, toca mirar hacia dentro. Puedes apoyarte en el ya conocido DAFO: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades… es importante tener una visión global, aunque yo prefiero centrarme en las oportunidades que se presentan ante uno.
Este ejercicio de auditoría de marca no estará completo si no tienes en cuenta y analizas también cuál es tu público objetivo, ¿es al que actualmente te estás dirigiendo? Si no es así, ¿sabes cómo llegar a él?
También será importante dejar claro cuál es la misión y visión de tu empresa.
La misión de una empresa es su “para qué”. ¿Por qué y para qué está aquí tu empresa?
Una vez superado el punto anterior, tocará definir la visión. La visión es una proyección general de adonde se quiere llegar en un horizonte de tiempo determinado normalmente se hace a 3 y 5 años.
Este primer punto del Plan Estratégico de Comunicación está pensado para “parar”, para “reflexionar”. Detenerse a pensar es algo que muchas veces con la vorágine del día a día es complicado, pero que al mismo tiempo es necesario.
2. Definición de objetivos
Tras analizar el punto de partida y observar a la competencia toca establecer cuáles serán tus objetivos. ¿Qué quieres conseguir en los próximos 12 meses y cómo la comunicación puede ayudarte? Establece cuáles son los objetivos de negocio y cómo la comunicación puede ayudarte a lograrlos. Si no sabes qué quieres conseguir difícilmente lo logres. ¿En qué áreas tu negocio necesita apoyo? Esto lo habrás oído mil veces, pero cuanto más concretos sean los objetivos mejor podrás evaluar el éxito del Plan.
3. Propuesta única de valor
¿Por qué tu marca es única? ¿Qué has hecho especial y qué te diferencia de tu competencia? Es el momento de sacar a relucir tus medallas, de contarle al mundo de qué eres capaz y qué te hace irrepetible.
4. Posicionamiento
Cuando uno define su posicionamiento de marca no debe olvidarse de escuchar y prestar atención a la que sería su competencia. La hemos analizado en el primer punto del plan y ahora toca definirlo. Para analizar tu competencia selecciona 4 competidores, los que creas que son más relevantes y echa un vistazo a sus redes sociales, a su web y concretamente al “sobre mí”, a los hashtags que utiliza y a su posicionamiento y mensajes principales. La verdadera importancia del análisis de la competencia es poder definir tu posicionamiento.
Ahora tienes que ser más diferente que ellos que nunca y puedes conseguirlo a través de la comunicación. ¿Cómo quieres que te recuerden? ¿Con qué ideas o valores quieres te asocien? Ese es el punto de partida. El posicionamiento es el lugar que ocupas en la mente de las personas. Y, casualmente, las personas son las que compran tu producto o servicio 😉 Esa percepción que quieres generar se trabaja desde el minuto cero, desde el momento en que lanzas tu negocio.
5. Propuesta de acciones
En función de los objetivos que hayas definido en el primer paso y la estrategia de comunicación que queramos llevar a cabo, tendrás que pensar y crear una serie de acciones que, a través de su realización, te acerquen a ellos. Aquí toca ser creativo, buscar un concepto de comunicación que hile tu acción, su contenido y que refuerce tu posicionamiento y ver cómo lo puedes llevar a cabo. Acciones hay tantas como tu mente sea capaz de crear: eventos, acciones de marketing directo, colaboraciones, nuevas líneas de negocio.
6. Calendario de ejecución
Sin un calendario de ejecución estarás perdido. Organizar y planificar el tiempo del que dispones y que vas a emplear en cada una de las acciones que has decidido realizar será clave: cuándo empieza y cuándo termina cada acción y cuándo debes realizar cada tarea para llegar a la fecha prevista de inicio. Aquí también puedes detallar el presupuesto y recursos que destinarás a cada acción. Un Plan Estratégico de Comunicación puede ser utilizado para una empresa, para una institución e incluso para uno mismo como marca personal así que ¡detente! ¿Dónde está tu empresa, dónde quieres que llegue y cómo vas llevarla hasta allí?