¿Cómo evitar que tu nota de prensa caiga en el olvido?
La nota de prensa es la pieza clave de la comunicación empresarial.
¿Cuándo enviar una nota de prensa?
A grandes rasgos, hay tres momentos clave para enviar una nota de prensa a los medios de comunicación: después de una rueda de prensa, en fechas señaladas y cuando tengamos una noticia.
Tu nota de prensa tiene que ser la noticia de cómo vas a ayudar al público.
Los fines de semana las redacciones tienen menos personal trabajando. Y los lunes las bandejas de entrada de los periodistas están abarrotadas de todo lo que ha llegado desde el viernes por la tarde hasta esa mañana. Las tardes en los medios escritos son frenéticas. Se está preparando todo para la publicación de la mañana siguiente. En cambio, las mañanas son más apacibles.
Si hablamos de televisión o radio, contactar por la mañana te permitirá aparecer en el informativo del medio día y de la noche. Si contactas por la tarde, las opciones se reducen a la noche.
O sea, que si puedes elegir, debes mandar tu nota de prensa preferiblemente de martes a jueves de 9 a 11 de la mañana para aumentar tus posibilidades de aparecer en los medios. No es una ciencia exacta, pero todo suma.
Escribe un email corto y personalizado.
No te vayas por las ramas. Si el periodista siente que está perdiendo el tiempo dejará de leer a la mitad y no volverá a prestarle atención a tu tema. No se trata de escribir un telegrama, pero sí de eliminar lo superfluo. Además, si personalizas el mensaje en función del medio de comunicación, tus posibilidades aumentarán. Será mucho más fácil que tu nota le encaje al periodista en el medio.
Genera interés y expectativa con el asunto del email.
La primera victoria es conseguir que el periodista, de entre los 200 o 300 emails que puede recibir al día, abra el tuyo. Y un asunto que genere curiosidad o que llame la atención es el primer paso. Pero, por favor, no lo llenes de exclamaciones, emoticonos y mayúsculas, es más efectivo encontrar las palabras idóneas.
Llama al periodista por su nombre.
Personaliza el mensaje cuanto puedas. Tú quieres que él le haga caso a tu empresa, por eso le haces tú caso a la suya, a su método de trabajo y, en última instancia, a él mismo.
Sé efectivo y preciso en el texto.
No uses exageraciones, tópicos, ni tecnicismos. No estás intentando demostrar que eres el más listo o que tu empresa es la más compleja. En comunicación lo primordial es hacerse entender, por ello debes ser preciso huyendo de tecnicismos y palabras rimbombantes. Además, hay expresiones que, aunque sean ciertas, han sido tan utilizadas que han perdido su valor original. Por ello ningún periodista se interesa por empresas “líderes en su sector”, “pioneras”, ni se cree todo lo que lleva la etiqueta “primeros” o “únicos”. No exageres con palabras, demuéstralo con datos.
Utiliza storytelling.
Utiliza el arte de contar historias para llegar al periodista. A todos nos gustan las buenas historias. Y a los periodistas, más que a nadie. Viven de ellas. Hazle llegar una buena historia, con su público como protagonista y tu negocio como valor omnipresente y no te olvidará.
Si eres constante, tu trato con el periodista es respetuoso y cordial, y aportas contenido de interés, tarde o temprano se fijarán en ti.
Y una vez que un periodista confíe en ti y te publique, será más fácil que lo vuelva a hacer. Poco a poco te irás convirtiendo en un referente en el sector para él, y a raíz de su trabajo, para el gran público también.
Hay que mantenerse al corriente de:
Lo que publica el medio, la sección e incluso el periodista (si está especializado) de forma particular. Qué temas son relevantes en los informativos generales nacionales y locales de donde proceden los medios. Y planear cómo relacionar todo eso con nuestro tema.