Comunicar sus noticias, establecer vínculos con la prensa y sus periodistas, dar a conocer lanzamientos y posicionar un producto, es un proceso sumamente complejo, en el que intervienen, básicamente, tres formas de comunicación: publicitaria, promocional y periodística. La relación con los medios de comunicación, a través de los cuales las noticias llegan a los distintos públicos, es uno de los aspectos neurálgicos en la construcción de la imagen pública para cualquier tipo de emprendimientos, y también para individuos que desarrollan todo tipo de actividades que, potencialmente, podrían tener impacto masivo.
Es por eso que diseñar, implementar y sostener en el tiempo una estrategia de prensa constituye hoy una de las herramientas fundamentales e ineludibles. Es por esto que el vínculo con los medios periodísticos reviste especial importancia en una época de sobresaturación de mensajes dirigidos hacia los mismos consumidores. Entonces, la diferenciación, impacto y abordaje profesional, son esenciales para llamar su atención y generar su preferencia. Ahora bien: como posiblemente intuyas o sepas, muy poca gente tiene una noción clara y exacta acerca de qué es hacer prensa.
Así como existe un plan de negocios, “hacer prensa” significa Trazar una estrategia y una metodología para lograr que los medios de comunicación se interesen por determinados productos, temas o actividades.
Quienes tienen al menos una noción, creen no sin razón que el agente de prensa es una suerte de intermediario entre el material a difundir y los medios. Sin embargo, el rol de intermediario es sólo una parte de esta labor, ya que también implica transformarse en una usina de información de hechos específicos, generar la necesaria corriente de interés para que los medios den a conocer ese material y, además, darle estilo profesional.
El objetivo es que los medios los reflejen a través de referencias directas o indirectas. Y para lograrlo, es necesario tener muy en claro su política de comunicaciones públicas, el entrenamiento de los voceros –es decir, aquellos que la van a representar ante los medios de prensa-, y, por sobre todas las cosas, un profundo conocimiento de dichos medios, contando con una clara idea de sus intereses y del público al que cada uno va dirigido.
Ese conocimiento es esencial para el adecuado diseño de una campaña comunicacional, porque se trata, ni más ni menos, que de la herramienta que nos permitirá elegir correctamente los destinatarios del mensaje.